¿El amor, un ideal o una realidad?

¿El amor, un ideal o una realidad?

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor – 1ª Juan 4: 7-8.

Para muchos hombres y mujeres el verdadero amor es un ideal fascinante pero inalcanzable, que a menudo se va alejando cada vez más del que lo busca, al igual que el horizonte para el caminante. ¡Cuántas crueles decepciones sufren aquellos que por fin creían haberlo alcanzado!

La Biblia, la Palabra de Dios, nos habla de un amor puro, real, duradero, comprobado en los hechos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). “Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo, para que vivamos por Él” (1ª Juan 4:8-9). ¿Jesús murió por personas respetables, amables y que lo merecían? ¡No, Él murió por todos los hombres, por gente que se opone a Dios y hace el mal! ¡Ese es el amor de Dios!

Pero aún hay más: Dios no solo probó que nos ama, sino que transmite Su amor a aquel que acepta a Jesús como su Salvador. “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5). Esta es la razón por la que Jesús puede animarnos a amar a nuestros enemigos, a hacer el bien a los que nos odian y a orar por los que nos persiguen (Mateo 5:44).

Sólo este amor de origen divino hace posible que aceptemos a nuestro prójimo tal como es (¿quizá primeramente a mi cónyuge?) y lo amemos con sus defectos. Progresemos con la fuerza que da el Señor.

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