Metas y deseos Santos

Metas y deseos Santos

Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? Números 23:19

Aprender a distinguir una meta santa de un deseo santo constituye una de las claves de la vida exitosa.

Una meta santa es cualquier orientación específica que refleje el propósito de Dios para la vida de uno, cosa que no depende de las personas ni de las circunstancias que están más allá de la habilidad o derecho de control que uno tenga. ¿A quién puede controlar uno por habilidad y derecho propios? Prácticamente a nadie, salvo a uno mismo. La única persona capaz de bloquear una meta santa o volverla incierta o imposible, es uno mismo.

En cambio, el deseo santo es cualquier orientación específica que depende de la cooperación de terceros o del éxito de acontecimientos o circunstancias favorables que escapan del control que uno puede ejercer sobre ellos. Uno no debe fundamentar en sus deseos el sentido del propio valor o de éxito personal, sin que importe cuán santos puedan ser; uno no puede dirigir a toda la gente ni a las circunstancias que afectan a la realización personal.

Nos enojamos cuando las personas o las circunstancias estorban las consecuencias de nuestras metas. Nos angustiamos cuando la meta, percibida mentalmente, parece incierta. Nos deprimimos cuando la meta parece imposible. Pero, ¿cuál será la meta dada por Dios que pueda ser impedida, incierta o imposible? Todo es posible con Dios y todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Nadie puede evitar que seamos lo que Dios quiere que seamos, salvo nosotros mismos.

Fíjese en la manera en que Dios distingue entre metas y deseos. Juan escribió: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis” (1ra Juan 2:1). Dios desea ciertamente que no pequemos, pero su condición de Dios y sus propósitos no pueden ser estorbados por nadie que ejerza su voluntad en contra del arrepentimiento pues es el deseo de Dios que todos se arrepientan aunque no todos lo quieren hacer.

Dios cumplió su meta cuando Jesús dijo: “consumado es”. Dios hará lo que ha determinado hacer de modo que nosotros podemos ser todo lo que Él nos creó para ser.

Oración: Señor, muéstrame los propósitos que tienes para mi vida, y ayúdame a transformarlos en mi meta.

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