
Todos, en mayor o menor medida hemos atravesado (o atravesaremos) situaciones difíciles, o tal vez hemos escuchado el relato de personas que habiendo soportado situaciones adversas (como lo que escuchamos de nuestros abuelos sobre el genocidio) se sobrepusieron y continuaron con sus vidas. También escuchamos sobre otros que con situaciones aparentemente mucho menores no pudieron salir de esa crisis. Pero ¿qué es lo que hace a unos fuertes y positivos, al punto de salir adelante de situaciones terribles, y qué los hace tan débiles a otros que se dan por vencido? Esta capacidad es denominada resiliencia. Algunas definiciones: El término resiliencia es una palabra que surge de la física, se la utiliza para explicar la cualidad que tienen los distintos materiales de volver a su estado original luego de haber sufrido presiones deformantes. Esta palabra fue tomada por la psicología para designar la capacidad que tienen algunas personas de sobreponerse a situaciones de mucha adversidad, capacidad de construir un mundo positivo frente a circunstancias negativas. Mientras que en la física se habla de la capacidad de volver a un estado previo a los cambios sufridos por fuerzas externas, en psicología este concepto se amplía teniendo en cuenta que no se vuelve a un estado anterior, sino que el individuo se rearma para enfrentar el futuro, luego del impacto del trauma que provoca el dolor emocional. Esta capacidad se obtiene durante el desarrollo del niño hacia la madurez, en el que interactúan los componentes psíquicos y ambientales. Un niño no puede adquirir la resiliencia por sí sólo. Los mismos factores que inciden en el desarrollo evolutivo del niño (la relación con la madre, la conformación del mundo, el apoyo ambiental, etc.) influyen en la resiliencia de modo que debe ser considerada un proceso que se va construyendo a través de las distintas etapas del crecimiento. ¿Cómo desarrollar esta cualidad? A través del estudio de la resiliencia en diferentes grupos humanos se observaron distintos factores, estos son: Autoestima: aprecio y valoración que se tiene de uno mismo. Confianza en sí mismo. Iniciativa: fuerza que impulsa al sujeto a actuar y a tomar decisiones. Capacidad de observarse a sí mismo y a los demás: saber identificar los...