Si nadie cuida de un recién nacido, éste deja de vivir al cabo de unas pocas horas. Sucede lo mismo al otro extremo de la vida. Las personas muy ancianas a menudo dependen de los cuidados de sus familiares o del personal de un asilo. Incluso cuando estamos en la plenitud de la vida necesitamos de los demás. ¿Quién podría vivir solo, sin ser escuchado, cuidado o animado?
Perdón Inmerecido
El proceso de un asesino en serie terminaba. Las familias de las víctimas se expresaron por turno. Cada una pasó adelante y describió el dolor y la amargura que sentía. El acusado guardaba silencio sin manifestar la menor emoción. Por último, una señora mayor, madre de una de las víctimas, avanzó y, mirando al asesino a los ojos…
Consumado es
“(Jesús dijo a Su Padre:) Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese”. Juan 17:4. “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es”. Juan 19:30. Cuando llega el ocaso de su vida, muchas personas sienten tristeza al contemplar sus proyectos no acabados y ver sus aspiraciones frustradas. El compositor Franz Schubert nos dejó una “sinfonía inacabada”. Un hombre de negocios muy activo declaraba: “¡Hay tanto que hacer y hay tan poco hecho!”. Esos hombres eran conscientes de que todo lo que habían hecho era parcial e irrisorio comparado con todo lo que quedaba por hacer. ¡Qué contraste con lo que Jesús dijo justo antes de morir: “Consumado es!” (Juan 19:30). Había venido a la tierra para llevar a cabo la obra que Dios le había confiado, la cual consistía en solucionar para siempre la cuestión del mal que separa a todo hombre de Dios. Jesús la resolvió totalmente, no en parte, y Dios quedó plenamente satisfecho. Cuando el Salvador murió en nuestro lugar, el pecado fue juzgado conforme a lo que merecía. Ahora ya no tenemos que hacer nada, excepto creer que la obra de Jesucristo es perfecta, que ha sido cumplida completamente y que nos salva para siempre. A partir del momento en que uno acepta a Jesucristo como su Salvador personal, hay un lugar preparado para él en la presencia de su Salvador por toda la eternidad. El Señor Jesús dijo a sus discípulos: “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan...