Diez consejos para echar a perder a un niño
- El niño REY, tirano, dictador: Cuando nazca dejá de lado todo: pareja, salud, otros familiares, hobbies o actividades deportivas. Dedicate al niño en forma exclusiva y excluyente. Tu pareja puede esperar, lo mismo tu salud, tu vida personal…
- «Lo que quieras con tal que dejes de chillar»: Los niños, todos, tienen berrinches. Si querés echarlo a perder no dejes que el berrinche llegue, apenas frunza el ceño tratá de concederle todo lo que desea.
- No…pero: Si considerás que lo que el niño quiere es descabellado (como, por ejemplo, jugar con el florero de cristal de la tía) intentá parecer una buena madre o un buen padre y decile un NO adornado de excusas, explicaciones e intentos de razonamiento.
- No quiero traumatizarte: Los límites verbales, penitencias, retos o cualquier medida de sanción no le van a funcionar cuando quieras echarlo a perder, todo lo contrario. Insistí en que el niño debe desarrollarse según su «naturaleza», sin que le pongas restricciones de ningún tipo.
- El niño florero: en cualquier reunión social, tu niño debe ocupar un lugar preeminente. Las conversaciones, por más elevadas que sean, deben interrumpirse para escucharlo.
- Pero… ¡Si es un superdotado!: Ya seguramente te habrás dado cuenta de que tu niño es especial; todas sus acciones manifiestan una inteligencia muy por sobre lo normal, a su lado cualquier niño de la misma edad parece una lechuga mustia.
- ¡Qué va a saber tu maestra! Si querés continuar tu tarea de echar a perder al niño, cuando ingrese a la escuela no pierdas la oportunidad de hablar mal de su maestra, de contradecirla en sus pautas o de discutir con ella frente al niño.
- Y todo a medio hacer…: Para echarlo a perder debés permitir que deje todo a medio camino. Si se sienta a comer puede levantarse cuantas veces quiera, no le exijas guardar los juguetes luego de jugar, ni los útiles dentro de la mochila, ni promuevas la formación de ningún hábito que coarte la libre expresión de su personalidad.
- El niño, tiene siempre la razón: Ya te debés haber dado cuenta de que la gente no advierte lo especial, inteligente y destacado que es tu niño.
- No tengas en cuenta el consejo de la Biblia: Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino …”