Dios creó al sol, el mar, a la tierra, y creó a dos personas: una llamada Adán y la otra llamada Eva.
Vivía en la naturaleza; era un lugar muy lindo y era precioso. Allí no había reglas, solo hacían lo que querían, pero sólo había una regla: había un árbol con un fruto y Dios les dijo a Adán y a Eva: “no comáis de ese árbol con el fruto”; pero de repente salió una serpiente del árbol y les dijo en el oído a Adán y a Eva: “¡coman de ese fruto, no pasará nada!”. Y Adán y Eva le hicieron caso, y comieron.
De pronto, les dijo Dios: “Cómo pudieron desobedecerme, ahora váyanse de acá”, y se fueron.
Enseñanza:
Cuando uno desobedece a Dios, pierde algo increíble.
Escrito por Sofía B. (8 años).
Hermosísima historia Sofía. Te felicito