En Turquía, el Gobierno, desde hace años trata de enseñar una historia distorsionada y llena de falsedades para confundir al pueblo, tratando de hacer creer mentiras inauditas, focalizando su relato en la tergiversación de los hechos, incluyendo en sus escuelas, programas con enseñanzas, donde se afirma que los armenios fueron quienes masacraron a los turcos!
Hoy en Turquía, hay un despertar sobre la realidad del Genocidio Armenio, en que más de 1.500.000 armenios fueron asesinados salvajemente. Hrant Dink, un periodista turco de origen armenio, fue y es una de las voces más escuchadas en la Turquía actual. Muchas personas comenzaron a conocer la verdadera historia.
La valentía de Hrant Dink es digna de integrar la nómina de las personas que honran a la humanidad. Se enfrentó casi solo al Gobierno, y con el único recurso de su pluma, escribía en el periódico AGOS (Surco), refiriéndose con claridad sobre los temas que la mayoría callaba o comentaba en voz baja.
Presionado por el aparato del Gobierno Turco, represor y amenazante, inicialmente sin apoyo del pueblo, quien engañado por las mentiras inculcadas desde décadas, se manifestaban con una agresividad extrema hacia todo lo armenio, mantuvo con firmeza su vocación de sembrar la verdad.
Sabía que se había decidido su asesinato. La persecución y las amenazas eran crecientes, fogoneadas por políticos y agrupaciones que exasperados, no podían tolerar que en la propia Turquía, el pueblo descubriera lo que tanto les había costado ocultar. Sin embargo, no tuvo temor y mantuvo en alto la bandera de la Verdad y la Justicia hasta el día en que fue asesinado.
A partir de ese día, su sangre regó la semilla de la verdad, y fue una luz que transmitió la verdad e iluminó las tinieblas de las mentiras. Ciento de miles de personas dentro de Turquía y en el mundo comenzaron a conocer la verdad.
Hrant Dink, era miembro junto con su esposa, de la Iglesia Evangélica Armenia de Turquía, mantuvo siempre el amor a sus raíces Armenias y una fe profunda en Dios.