Vidas Transformadas

Vidas Transformadas

“Nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados… Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó” Tito 3:3-5.

¿Sabía que inicialmente la célebre estatua llamada el “David”, de Miguel Ángel, sólo era un bloque de mármol que había sido estropeado por otro escultor? Leonardo da Vinci había declarado que ya no se podía hacer nada con ese bloque, pero Miguel Ángel hizo con él la magnífica estatua de más de cuatro metros de altura, la cual se puede contemplar en Florencia.

Esto nos hace pensar en la historia de nuestras vidas. Quizás usted sea consciente de que su vida ha sido estropeada por el mal, pero sepa que no todo está perdido; hay un remedio: vaya a Jesús, quien puede transformar nuestras vidas, tan a menudo afeadas por el pecado, el rencor, la amargura, la mentira, en otras palabras, por todo lo que nos hace sufrir a nosotros y a los demás, y que sobre todo nos condena.

¿Cómo puede Jesús cambiar mi vida?, dirá usted. Muchas veces he intentado mejorar, pero no he obtenido ningún resultado”. Esto no es extraño, pues Jesús no mejora nuestra naturaleza, sino que nos da una vida nueva cuando vamos a Él con fe y confianza. Entonces tenemos nuevos motivos, nuevos deseos, una nueva fuerza para hacer el bien mediante el poder de Su Espíritu; y esta nueva vida hace de nosotros hombres y mujeres nuevos.

Así, al igual que el “David” de Miguel Ángel revela el talento del escultor, nuestras vidas transformadas podrán ser un testimonio del poder del amor de Dios. Él salva a los que creen y les da una nueva belleza, un reflejo de su naturaleza, que es amor y luz.

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